Sala de Prensa

Seguridad Privada, un valor seguro

Acabo de ver un par de noticias muy distintas. En una de ellas, dos Vigilantes de Seguridad son reconocidos por la Policía Nacional por haber realizado una gran intervención al reducir a un individuo armado con un cuchillo en el hospital de Castellón hace unos días. (Actuación impecable, pero medidas de protección pocas. Sí parece que llevan guantes, espero que anticorte y nada de chaleco anticorte.)

https://www.elmundo.es/comunidad-valenciana/castellon/2020/04/29/5ea87d85fdddffe1118b464c.html

Y, una nueva agresión sufrida por otro Vigilante de Seguridad de “Tram Besós” en Adriá de Besós (Barcelona).

https://theinstaprofile.com/share/B_0Dsr3qWGn

Tenemos un colectivo que abarca a más de 80.000 profesionales repartidos por toda la geografía española, realizando labores en diferentes lugares, infraestructuras críticas; supermercados; transportes; etc.

La profesionalidad de este colectivo creo que está más que demostrada, pero necesita que se les dote de más medios y medidas de protección.

A mi modo de ver, deben cambiar diferentes aspectos para mejorar el sector.

1.      Legislación: lo primordial y más importante, no puede salir “gratis” agredir a un Vigilante de Seguridad.

Se necesita dar mayor protección jurídica a quien está trabajando por y para los ciudadanos en pro de que se cumpla la ley. Más, cuando es “conditio sine qua non” no tener antecedentes penales para poder trabajar de ello, según Ley de Seguridad Privada 05/2014, no solo para obtener la TIP (habilitación), sino que una vez obtiene, si cometiere cualquier delito (trabajando o en su vida privada) pierde automáticamente dicha habilitación y con ello su trabajo, algo que no pasa con ningún otro profesional que esté fuera de la reglamentación de dicha Ley. Por poner un ejemplo, comete un delito contra la seguridad vial en su vida privada, automáticamente se queda sin la forma de dar de comer a su familia. Se les exige mucho para lo poco que se les ofrece.

2.      Medios: también muy importantes son los medios de defensa tanto pasivos como de reacción. Deben actualizarse y adaptarse al siglo XXI. Se les debe dotar de alternativas a la defensa que portan actualmente, unas medidas que sean más eficaces. Como se puede ver, es raro que ningún miembro de FFCCS porte algo similar (salvo equipos anti-disturbios y son de diferentes características). Y por supuesto el uso de elementos de protección personal, guantes y chalecos anticorte, si bien es cierto que cada vez están más presentes, pero en muchos casos han salido del bolsillo de estos profesionales (escaso, por cierto) y no de la dotación que aportan las empresas.

3.      Formación: tienen 20 horas de formación al año para el reciclaje (no todas las empresas lo llevan a cabo), pero además de esa formación sería interesante realizar una formación continuada en resolución de conflictos. Y para ello es útil incluir tanto el uso de técnicas a nivel verbal como en defensa personal, fusionando ambas. Ya que si falla la primera debe ir acompañada inmediatamente la segunda.

4.      Trabajo en equipo: muchos servicios se deberían prestar por binomios, es decir por dos Vigilantes de Seguridad de manera conjunta, no en todos, pero sí en aquellos en los que existe un riesgo elevado para su integridad, como viene siendo constatado por las estadísticas y donde un efectivo sólo está muy limitado, por no decir “vendido”.

5.      Intrusismo: una gran lacra del sector. Es realmente necesario eliminar tanta empresa “pirata”, que paga fuera de convenio, que no cumple con muchas de las exigencias de la ley y que realiza una competencia desleal con la que no es fácil competir por parte de las empresas que SÍ cumplen. Aunque si es cierto que no podrán competir en la calidad. Pero esa calidad es difícil de apreciar en muchos casos, pero es lo que acaba marcando la diferencia. Tendría que haber unas exigencias y un control de cumplimiento por parte de las administraciones públicas con competencia en la materia. No me extiendo mucho en este tema porque da para un amplio debate.

6.      Salario: No puede ser que a un profesional que se le exige una formación, una cualificación, unas responsabilidades, etc, etc, etc. Luego cobre prácticamente el salario mínimo interprofesional. No tiene sentido. Por poner un ejemplo, un auxiliar de servicios que no requiere ningún estudio previo, ninguna cualificación profesional para realizar su trabajo cobra prácticamente lo mismo que un Vigilante de Seguridad, repito no tiene sentido. Y no solamente eso, no me cansaré de decirlo, un Vigilante debe estar exento de antecedentes, no se nos olvide.

El trabajo dignifica, pero dignifica más cuando te sientes bien considerado y pagado.”

Resumen: Entiendo que muchas de estas propuestas son discutibles y complicadas, en especial cuando hay intereses económicos de por medio, pero creo que una seguridad eficiente siempre resulta más barata que una mala. Necesitamos mejorar la política de la seguridad en España, se está logrando poco a poco, pero todavía nos cuesta invertir más en prevención que en “poner parches”.

Se ve más claro en las medidas de prevención en extinción de incendios. Cuántas veces se usa un extintor o una manguera lo largo de su vida útil… Pero ahí están, porque a una sola vez que se usen, puede ser suficiente para salvar vidas, edificios, documentos, obras de arte, etc. Pues igual pasa con el personal de seguridad, pero además hay que sumar su función disuasoria, difícil de cuantificar, pero está demostrado que es una gran inversión a largo plazo.

Para mí la fórmula de la Seguridad podría ser la siguiente, no necesariamente en ese orden.

Seguridad = prevención + medios + formación + cualificación + profesional.

Espero que la suma de todo y de todos acabe poniendo en el lugar que le corresponde a la Seguridad Privada

Autor:

Especialista en Seguridad: Juan Manuel Hueso Alonso

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